Fundada en el siglo V, la abadía de Saint-Victor es un bello edificio declarado monumento histórico.
Una visita a la abadía le sumergirá en el pasado religioso que ha marcado la historia de Marsella. La cripta contiene restos de arte paleocristiano de incalculable valor. Se exponen varios sarcófagos de finales del siglo IV.
La iglesia fortificada de la orilla sur del Puerto Viejo guarda numerosos tesoros.