En el siglo XVIII, el hermoso edificio de las Consignas era la sede de la Intendencia sanitaria de Marsella, encargada de la prevención de epidemias y de la cuarentena sistemática de los barcos.
En un contexto de gran vigilancia, Marsella construyó en 1719 el edificio de las Consignas sanitarias.
En 1720, a pesar de estas medidas, el navío Grand Saint-Antoine extendió la peste por toda la ciudad y pronto por toda Provenza.
En el siglo XIX, se le unió un segundo pabellón (el edificio de la aduana) construido en el mismo estilo.
Hoy en día, la Autoridad Portuaria de Marsella Provence Métropole desea restablecer la capitanía del Vieux-Port en el antiguo edificio de la aduana.