No se puede visitar Marsella sin pasar por Le Panier. Es el barrio más antiguo y típico de la ciudad, y con él comienza la historia de la ciudad.
Encontrarse en Le Panier es como estar en un pueblo provenzal con auténtico encanto olvidando que se está en pleno centro de Marsella.
La convivialidad y el ambiente apacible que reinan aquí son agradables. Con sus calles floridas y frondosas, las terracitas de los cafés, las fachadas de colores, los hermosos frescos de arte callejero y las pequeñas boutiques de diseño, no sabrá a dónde ir: es un auténtico museo al aire libre.